¿Quién soporta el peso de la transición energética?

Para los ciudadanos de los países ricos en minerales en transición, un auge de la minería podría crear fuentes de trabajo y oportunidades económicas. Pero si no se gestiona debidamente, podría hacer más daño que bien y afectar los medios de vida tradicionales y el medio ambiente.

A medida que la transición energética impulsa la demanda de minerales utilizados en tecnologías con bajas emisiones de carbono, muchos países ricos en recursos están anticipando un repunte de la inversión minera. Los actores locales podrían beneficiarse del crecimiento del sector, siempre que exista un diálogo entre los múltiples interesados y transparencia en la forma en que se gestiona el sector. Por el contrario, la mala gestión pública podría impedir el desarrollo local sostenible y perjudicar a las comunidades.

En un nuevo informe, encargado por el EITI y elaborado por el Instituto de Minerales Sostenibles (SMI) de la Universidad de Queensland, se destacan los riesgos y oportunidades clave que la extracción de minerales de transición podría traer a las comunidades locales.

Equilibrar las nuevas fuentes de trabajo con los medios de vida tradicionales

Un aumento en la demanda de minerales podría llevar a que la minería incursione en áreas más sensibles desde el punto de vista ambiental y social. De acuerdo con el informe, de los 700 proyectos mineros activos en los países miembros del EITI, alrededor del 80 % se encuentran en territorios de pueblos indígenas u otros pueblos vinculados a la tierra y el 50 % se superponen con áreas de conservación

A raíz de que los Gobiernos se apresuran a aprobar nuevas minas para capitalizar el potencial económico del sector, existe el riesgo de que los organismos reguladores y las empresas tomen atajos en los procesos de consulta y las evaluaciones de impacto, lo que podría dañar a las comunidades y el medio ambiente. Es probable que el agua sea un factor de tensión particularmente importante, y las mujeres y las niñas suelen verse afectadas de manera desproporcionada cuando las minas reducen el acceso de la comunidad al agua. En Argentina, por ejemplo, los métodos de extracción de litio que requieren grandes cantidades de agua han generado preocupación en las comunidades por el crecimiento del sector.

Para mitigar estos riesgos, los Gobiernos y las empresas deberían participar en consultas significativas y llevar a cabo evaluaciones de impacto adecuadas, incluso si desean que se aprueben con rapidez nuevas minas. Los grupos de la sociedad civil pueden trabajar con las comunidades para comprender en mayor profundidad los riesgos y oportunidades asociados con las inversiones mineras, por ejemplo, en los ingresos subnacionales, los pagos sociales y los impactos ambientales.

Apoyo al abastecimiento responsable

Se sabe que varios minerales utilizados en tecnologías con bajas emisiones de carbono se producen a través de la minería artesanal y en pequeña escala (MAPE). La MAPE es a menudo una actividad informal, está mal regulada y, en determinadas ocasiones, es ilegal en los marcos mineros de ciertos países. Sin embargo, se estima que la MAPE emplea unos 44,6 millones de personas en todo el mundo, y millones dependen de los ingresos generados por esta actividad. El aumento de los precios de las materias primas puede desencadenar una fiebre de la MAPE y ampliar aún más su crecimiento. La República Democrática del Congo, por ejemplo, ha experimentado ciclos de auge y caída en el pasado en la producción de cobre y cobalto mediante la MAPE.

Un rápido aumento de la actividad de la MAPE podría causar daños ambientales, amenazar la salud y la seguridad públicas y generar conflictos. Los precios elevados también podrían impulsar el contrabando y la falsa certificación de minerales de la MAPE, lo que dificultaría a las empresas de fases posteriores cumplir sus compromisos de abastecimiento responsable. Si bien estos impactos no son exclusivos de la MAPE, la presión para asegurar el abastecimiento a toda costa podría exacerbar los riesgos existentes. El incumplimiento de estas cuestiones puede, a su vez, plantear una barrera para garantizar los minerales necesarios que permitan avanzar en la transición energética (por ejemplo, una disminución de las inversiones en la MAPE para evitar riesgos legales y de reputación, la oposición local a la actividad minera y el cierre o la sacudida de los yacimientos mineros debido a los conflictos, entre otros).

Con menores costos iniciales que la minería industrial, los mineros artesanales suelen estar bien posicionados para centrarse en materiales de alta calidad y cambiar rápidamente entre diferentes productos básicos. Como tal, es probable que el sector sea indispensable para satisfacer la demanda. Para las comunidades, los ingresos de la MAPE suelen proporcionar una fuente de ingresos más directa, sobre todo, en los países con problemas de gobernanza.

A fin de ayudar a fomentar un comercio responsable de minerales producidos de manera artesanal y maximizar su contribución a las economías locales, el EITI y la OCDE han desarrollado recursos para los compradores intermedios y finales de minerales producidos por la MAPE con el fin de identificar y abordar los riesgos, así como fomentar sinergias entre los objetivos de desarrollo sostenible y un abastecimiento fiable de minerales de transición. En la nueva guía del EITI, elaborada en asociación con la OCDE, se destaca cómo las divulgaciones y el diálogo entre los múltiples interesados pueden ayudar a mejorar la supervisión y formalización de la MAPE. 

La participación significativa de las partes interesadas es un aspecto crítico de la diligencia debida para evitar algunos de los posibles impactos adversos de las operaciones extractivas, así como para optimizar las posibles contribuciones positivas. La guía de diligencia debida de la OCDE para la participación significativa de las partes interesadas proporciona un marco de evaluación para que la industria evalúe su desempeño en la participación de las partes interesadas y una orientación específica para grupos específicos de interesados, como pueblos indígenas, mujeres, trabajadores y mineros artesanales y en pequeña escala.

Fortalecimiento de la capacidad local

Para muchos Gobiernos locales, la producción de minerales de transición ofrece la perspectiva de un avance económico a través de una parte de las regalías mineras y otras fuentes de ingresos, el desarrollo de infraestructura, la creación de empleo y la adquisición de bienes y servicios locales. Pero es difícil darse cuenta de este potencial, particularmente cuando los Gobiernos locales no cuentan con las suficientes capacidades. En Perú, por ejemplo, pero también en muchos otros países, la falta de perspicacia financiera está impidiendo que los Gobiernos locales optimicen los pagos de regalías del sector minero, con informes de que los fondos se han malversado o malgastado. A pesar de los pagos significativos, algunas comunidades mineras no tienen acceso a servicios básicos, tales como alcantarillado, tratamiento de agua o caminos pavimentados.

Los informes EITI pueden ayudar a arrojar luz sobre los ingresos mineros que se asignan a los Gobiernos locales. En la guía del EITI, se detallan medidas concretas que los países pueden tomar para mejorar sus informes sobre licencias, producción y exportaciones, pagos de impuestos e impactos ambientales y de género. Con mejores datos, los Gobiernos estarán mejor equipados para maximizar la contribución del sector a la economía.

Las empresas mineras también pueden desempeñar un papel en el apoyo a la creación de capacidad y la capacitación en gestión financiera para los Gobiernos locales y las comunidades sobre cómo gastar los ingresos y las inversiones sociales corporativas de manera eficaz. Además, los datos sobre los ingresos de la minería pueden respaldar los procesos de diligencia debida, exponer anomalías en los pagos a los Gobiernos locales y ayudar a dirigir los esfuerzos de mitigación del riesgo y la inversión a fuentes responsables de abastecimiento.

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Los esfuerzos globales para combatir el cambio climático están reconfigurando el sector minero y están teniendo profundas implicaciones para las comunidades y los Gobiernos locales. Esto está creando una nueva urgencia para la rendición de cuentas y la buena gobernanza. Es fundamental escuchar las voces de las partes interesadas locales para asegurar que la transición energética beneficie a todos.