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Bauxite mining in Kazakhstan

Un punto crucial: sin una minería responsable, la transición energética resulta imposible

Un nuevo informe explica los riesgos de gobernanza clave para los minerales de la transición y cómo fortalecer la supervisión de sus cadenas de valor.

Con una gobernanza adecuada, el sector minero puede ayudar a los países a cumplir con sus prioridades en materia climática y de seguridad energética. Un nuevo informe examina los riesgos involucrados y plantea cómo las diversas partes interesadas pueden fortalecer la supervisión de las cadenas de valor de los minerales en beneficio de la transición energética. 

La crisis energética ocupa el primer lugar entre los asuntos de políticas en las agendas de muchos países. Debido a los efectos colaterales geopolíticos de la guerra de Ucrania, los precios de la energía se encuentran por las nubes. Y a la persistente pobreza energética y las deficiencias de infraestructura, ahora se han sumado las alteraciones en las cadenas de suministro.

Muchos gobiernos están redoblando la apuesta por los combustibles fósiles. Alemania está reabriendo algunas de sus centrales de carbón, y se prevé que el Reino Unido emitirá decenas de nuevas licencias de gas y petróleo en el mar del Norte. La minería de carbón volvió a ocupar un lugar preponderante este año en lugares como Colombia, Indonesia y Australia, mientras que la República Democrática del Congo, Ghana y Senegal pusieron en subasta sus reservas de gas.

La presidencia checa del Consejo de la Unión Europea ha afirmado que los problemas de seguridad energética son actualmente más acuciantes que la transición energética. Si esta es la alarmante situación en Europa, ¿qué queda para las necesidades energéticas urgentes de otras regiones?

Estas tendencias podrían echar por tierra el impulso de la acción climática global, lo cual pondría en duda las posibilidades de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Sin embargo, la crisis energética también podría ser una oportunidad. Si la idea es que la seguridad energética sea una prioridad a largo plazo, los países deberán reducir su consumo de combustibles fósiles y expandir la oferta de energías renovables.  

El sector minero es crucial para lograr un futuro con bajas emisiones de carbono. Para poder desplegar las tecnologías a la velocidad y la escala necesarias para satisfacer las necesidades energéticas y enfrentar el cambio climático, las cadenas de suministro de minerales deben ser confiables. El litio, el cobalto, el grafito y los elementos del grupo de tierras raras son necesarios principalmente para producir almacenamiento en baterías y vehículos eléctricos. El aluminio, el cobre, el níquel, el manganeso, el estaño, el titanio, el zinc y otros metales son necesarios para los vehículos eléctricos, paneles solares, turbinas eólicas y las redes eléctricas.

Se prevé que la demanda de los minerales necesarios para la transición energética aumentará considerablemente; sin embargo, este incremento no será uniforme ni tampoco predecible respecto de materias primas específicas. Los minerales que se emplean en una amplia variedad de tecnologías posiblemente aumenten de manera constante, mientras que aquellos cuyo ámbito de aplicación es reducido quizás sean reemplazados por otros a medida que se produzcan cambios tecnológicos. A su vez, aquellos que solo están presentes en unos pocos lugares corren mayor riesgo de verse afectados por alteraciones en el suministro que los que son más prevalentes.  

El crecimiento y la naturaleza impredecible de la demanda de minerales relevantes para la transición ponen a la gobernanza bajo presión en todos los niveles. La mala administración y la corrupción podrían ralentizar la transición global hacia la neutralidad de emisiones y frenar el crecimiento económico. En la conferencia climática COP26 del año pasado prácticamente no se habló de la gobernanza y los riesgos de corrupción. Durante el encuentro que celebrarán en Egipto este mes, los y las líderes mundiales deberían considerar el papel que desempeña la gobernanza de la minería en la labor de mantener encaminada la transición energética.

Las debilidades en la gobernanza podrían trastocar la transición hacia la neutralidad de emisiones

Un nuevo informe, encomendado por el EITI y elaborado por el Instituto de Minerales Sostenibles de la Universidad de Queensland, plantea que el crecimiento de la demanda de minerales a causa de la transición energética agudiza los riesgos para las comunidades y ecosistemas ubicados cerca de industrias extractivas. Si no se los gestiona adecuadamente, los efectos de la minería podrían obstaculizar los aportes del sector al desarrollo sostenible y coartar la lucha contra el cambio climático. La gobernanza de los minerales a nivel global, transnacional, nacional y subnacional está expuesta a una multiplicidad de otros riesgos, que van desde los atajos regulatorios y negocios corruptos hasta cambios bruscos en los precios y la pérdida de ingresos.

Para los creadores de políticas, el mensaje es claro: las debilidades en el ámbito de la gobernanza podrían alterar el suministro de los minerales necesarios para las tecnologías energéticas con bajas emisiones de carbono. Esto podría desacelerar la descarbonización y hacer que sea más difícil para los países abandonar los combustibles fósiles.

Más allá de la importancia de fortalecer la seguridad energética, debemos abordar la cuestión de quiénes se benefician del despliegue de energías con bajas emisiones de carbono y quiénes soportan la carga del suministro de minerales. Si ignoramos los desafíos que la gobernanza trae aparejados, la transición energética podría poner en peligro los derechos humanos y la biodiversidad; además, dicha actitud podría entrar en conflicto con las crecientes expectativas en torno a la adquisición responsable de bienes y servicios y la conducta empresarial sostenible. Los medios de producción y comercio de minerales deben estar en sintonía con los fines para los que se usan: deben beneficiar a todas las personas y al planeta, sin dejar a nadie atrás.

La gobernanza de la minería debe ocupar un lugar en la agenda de la COP27

Los debates de la COP27 próxima a celebrarse en Egipto tendrán lugar en un contexto geopolítico de gran tensión. En un marco en el que los y las líderes mundiales analizarán cómo mantener el impulso de la lucha contra el cambio climático, la importancia de fortalecer la gobernanza del sector minero es un tema que debe formar parte de la agenda.

Robustecer la transparencia y el diálogo multipartícipe en el sector de la minería es una tarea crucial. Desde hace 20 años, el EITI ofrece el punto de referencia para llevar adelante esta labor.  En la actualidad, cerca de 60 países de todo el mundo implementan el Estándar EITI, a través del cual divulgan los flujos de ingresos, los contratos, las estructuras de titularidad de las empresas y demás tipos de información que sirven de base para una buena gobernanza.

El sector minero puede contribuir a la transición energética y también a la seguridad energética, ayudando, a su vez, a lograr resultados en materia de desarrollo sostenible en los países productores de minerales. Esto, sin embargo, solo es posible con una buena gobernanza.

Un punto crucial: fortalecer la gobernanza de las cadenas de valor de los minerales en beneficio de la transición energética

Este informe presenta un panorama general de las cadenas de valor globales de los minerales relevantes para la transición, así como los riesgos y oportunidades en materia de gobernanza.

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